jueves, 31 de mayo de 2012

Mala memoria.

por Agos

La cosa surge, en parte, porque yo tengo mala memoria. Muy mala. Siempre traté de guardar las cosas de alguna manera. Cuando era chica acumulé cajas y sobres y papeles y envoltorios y miles de pelotudeces que yo ya de chica sabía que serían mis "próximos recuerdos". Es raro (no eso, si no la idea que yo tenía de esas cosas) porque muchas veces en ese momento yo podría haber tirado ese papel de Tita o ese billete de dos pesos escrito, pero de alguna forma sentía que tenía que guardarlos para cuando sea grande y tenga una caja de recuerdos. Y la verdad que hace poco lo revisé con Mari y me dí cuenta que valió la pena, a pesar de mi mamá que siempre se rió de la cantidad de boludeses que guardaba y de mi desorden; yo siempre mantuve ese orden ahí, hace un tiempo me di cuenta que si había algo en donde yo necesitaba mantener el orden, era ahí. No en el colegio, no en la facultad, no en mi habitación (que siempre fue un despelote); tampoco nunca fui ordenada con mi ropa (mucha, siempre, mucha). El resto de las cosas podía hacerlas o llevarla mas o menos bien sin que estén ordenadas.

Porque tenía miedo de olvidarme alguna vez de esa carta o de ese sentimiento particular de Euge ese día, que yo leí en el 150 volviendo del colegio. O temía olvidarme de las cosas que me contaba mi abuelo, o de lo que me pasó cuando él se murió. Siempre mantuve ordenado esos dos o tres cajones donde había cuadernos de ideas y de poesías absurdas; dónde estaba mi diario adolescente, también. Era hasta algo medio paradójico: en el caos de esa habitación enquilombada, había dos cajas grandes y esos cajones que mantenían un orden institucional. Yo cada tanto (una vez por año, quizás) los chequeaba, y me reía, sola, y festejaba haber guardado semejantes pelotudeces y a veces, sola también, lloraba leyendo otras cosas no tan pelotudas si no más bien "lindas" de cuando era chica.
Así que siempre que pude, seguí acumulando cosas. Pero mentiría si dijera que todo esto de Internet no cambió radicalmente la forma en que las personas guardamos recuerdos. Me acuerdo de haber impreso un mail, allá por el 99, porque creía que era un picardía no tener en papel el piropo de un compañero de colegio. Imprimí varios de hecho, y los puse en esa carpeta, en mi cajón, dónde también había cartas de mi primer novio en hojas Rivadavia. Bueno, para no aburrir voy al grano: de Gonzalo no hace falta decir nada, el trabaja de escribir, es decir, vive escribiendo novelas y otras cosas. Yo, no vivo de eso, pero vivo y registro, porque sino tengo miedo que mi memoria mala me juegue malas pasadas. Y además hay una intención permanente (esto sí en los dos) de narrar, de contar, de usar las palabras y las cosas que nos pasan y que hacemos, de agarrar los sentimientos y los hechos y con todo eso, como si fueran legos, construir relatos. En mi caso casi siempre son orales, y mis amigas son mi mejor público, a lo sumo que me zarpe condimentando y se enojen porque dicen que "exagero y miento"; pero en el fondo se divierten. Lo sé.

Tenemos la suerte de habernos conocido viviendo en países diferentes. Eso supuso dos cosas copadísimas: la cosa de viajar y vivirla y la cosa de los mails, correos, libros por correo, cartas, postales, chats, y demás que forman parte (sin que yo lo haya planeado) de nuestros recuerdos futuros. Porque están ahí, los podemos leer y reírnos y emocionarnos. Si yo tuviera 15, ya estarían en mi cajón.
Así que, después de escribir un cuaderno papel en nuestro anterior inolvidable viaje (ese un poco más privado, más porno, más íntimo); hoy decidimos que las cosas geniales que nos pasan (como por ejemplo que venga una mina salida de una de Almodovar a ver el departamento para alquilarlo y que me vea en la cama y me mire y me diga guaaapaaaa...y bueh.. otro día sigo la historia...) también debíamos empezar a registrarlas. Y será en este blog. Y será compartido.

Otra forma de registrar, son las fotos. Y a mi me gusta mucho sacar fotos, así que para empezar y así no sigo escribiendo ( y de paso le doy una mano a Gonzalo, que está luchando con unos estantes y con herramientas y está transpirando como un hijo de puta) les muestro algunas que sacamos ayer, en un descanso obligado luego de tanta cosa práctica(#).

(#) Llámese cosas prácticas, según Gonzalo, a todo lo que un hombre tiene, puede y debe hacer, menos: comer, coger, cagar, mear, descansar y escribir. Todo.


Nova Icaria. Barcelona

Según Micky Hirsch, "no puede ser real".

Autofoto
Barceloneta 
Durmiendo al sol

4 comentarios:

  1. Muy lindo primer post Agos! Queremos saber mas acerca de ese cuaderno porno!!! Terminó tu marido de armar los estantes?(Muy lindas tambien las fotos, como se extraña Barcelona, grrrr...)

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  2. Agos: Me gustó mucho tu primer post por acá. Fresco, en el mejor sentido de la palabra. También uso el participio imprimido, y como me lo han objetado varias veces, habiéndolo verificado con la RAE, lo sigo usando... Como escribían las maestras hace mucho tiempo en los boletines: "Agos continúa así!" Un abrazo.

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  3. Pasajeros, brindo desde baires por la felicidad de uds. Y porque posteen más seguido

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  4. Bellissimi questi passeggeri! qué sigan asì! un beso desde Italia

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